Continuamos con nuestro diseño del «TmA». El gato volante nos da las claves sobre los estabilizadores, el centrado y la motorización.
Los estabilizadores o empenajes, son las superficies que se usan en el avión para estabilizar el momento de cabeceo del ala y controlar los movimientos del aparato en profundidad y guiñada.
Tenemos generalmente el estabilizador horizontal o profundidad y el estabilizador de deriva o dirección.
El estabilizador horizontal o profundidad
En un entrenador o modelo de iniciación procuraremos que sean sencillos tanto en su construcción como en su geometría, con una planta rectangular preferiblemente o con ligera flecha y estrechamiento; su alargamiento debe estar entre 3 y 4.
El área total del estabilizador estará comprendida entre un 20 a un 25 % del área alar, de la que el 65 al 75% la destinaremos a la parte fija y el 25 a 35% a la parte móvil.
El perfil es preferible que sea plano o simétrico con un espesor no superior al 9%, con un recorrido de los mandos que puede ser de +/-10º a +/- 12º en un entrenador básico y de +20º y -15º en un modelo avanzado.
El estabilizador de deriva o dirección
Aquí no hay ningún tipo de limite en la forma que queramos darle a la deriva, siempre que su área sea este entre un 7 y un 12% de la superficie alar y su alargamiento este entre 1.3 y 1.6; es aconsejable una ligera flecha.
De la superficie de la deriva entre el 60 y el 65% serán fijos y el resto lo destinaremos al timón de dirección cuyo recorrido será de +- 30º.
El perfil, al igual que el estabilizador horizontal será de plano o simétrico.
Estabilidad y centrado
Los parámetros de estabilidad de nuestro modelo son por un lado los relativos a diedro, incidencia y brazos de palanca que ya hemos mencionado en los apartados sobre las alas y el fuselaje. Y por otro lado a los ángulos de desviación de la hélice y el centrado.