- Mar, 27 Feb 2007 1:00
#420305
Realmente desconozco si la Real Academia acepta y define la palabra congoja ( lo que tampoco me preocupa mucho) pero en todo caso si lo hiciera creo que una de las más exactas definiciones sería “Sensación que todo aeromodelista siente al acercarse al borde de una ladera y lanzar por primera vez un velero en el que a puesto todo su cariño”, esta sensación inevitablemente irá acompañada de un temblor de piernas y manos directamente proporcional al tiempo y dinero invertido e inversamente proporcional a la experiencia en el manejo de dichos aparatos.
Pues exactamente eso es lo que me ocurrió el pasado sábado en La Muela y cuya sensación comparto con vosotros .
Llevaba algo más de una hora volando solo un sencillo velero, con el que me siento seguro y pensado en el que tenía en el maletero del coche construido hace ya un año y sin estrenar por falta de confianza, cuando llegaron dos nuevos compañeros que inmediatamente empezaron a montar sus veleros. Los reconocí en seguida ( a los veleros por supuesto) un Aris y un Vector luego estaba clara que eran Alvaro y Chetos a los que salvo error solo conocía por sus comentarios en este foro y quizás haberlos visto esporádicamente en algún campo de vuelo.
Me animaron enseguida, el día era perfecto para el vuelo y estaban allí para “hecharme una mano” si hacía falta luego, estaba claro que la oportunidad era irrepetible.
Montado el velero Alvaro comprueba los parámetros principales, centro gravedad, mandos, etc. Y después de unas palabras de ánimo y tranquilidad ( le faltó decir deja de temblar de una vez) lo lanza al aire.
Tranquilo..., pica..., pica... pica más,... gira suavemente,...ya lo tienes, lo tienes
No hace falta decir que el vuelo fue absolutamente conservador, poco a poca las piernas dejaban de temblar y la sensación de ver volar tu velero es de esas que solo la entienden los que lo han hecho alguna vez.
Un segundo vuelo, esta vez lanzado el planeador por Chetos, de similares características que el anterior y de nuevo feliz aterrizaje.
Les dí, y les doy las gracias por su ayuda y nos despedimos seguro que nos volveremos a ver un día de estos en una ladera, y ellos empezaron a volar. Por cierto mientras recogía el velero ( el coche estaba un poco distante ) quité la radio, la música de fondo era muchísimo mejor, es la que producen dos veleros de competición como el Aris y el Vector silvando con el viento en manos expertas.
Necesitaba contarlo. ¿ a que me comprendeis?.
Un saludo
Pues exactamente eso es lo que me ocurrió el pasado sábado en La Muela y cuya sensación comparto con vosotros .
Llevaba algo más de una hora volando solo un sencillo velero, con el que me siento seguro y pensado en el que tenía en el maletero del coche construido hace ya un año y sin estrenar por falta de confianza, cuando llegaron dos nuevos compañeros que inmediatamente empezaron a montar sus veleros. Los reconocí en seguida ( a los veleros por supuesto) un Aris y un Vector luego estaba clara que eran Alvaro y Chetos a los que salvo error solo conocía por sus comentarios en este foro y quizás haberlos visto esporádicamente en algún campo de vuelo.
Me animaron enseguida, el día era perfecto para el vuelo y estaban allí para “hecharme una mano” si hacía falta luego, estaba claro que la oportunidad era irrepetible.
Montado el velero Alvaro comprueba los parámetros principales, centro gravedad, mandos, etc. Y después de unas palabras de ánimo y tranquilidad ( le faltó decir deja de temblar de una vez) lo lanza al aire.
Tranquilo..., pica..., pica... pica más,... gira suavemente,...ya lo tienes, lo tienes
No hace falta decir que el vuelo fue absolutamente conservador, poco a poca las piernas dejaban de temblar y la sensación de ver volar tu velero es de esas que solo la entienden los que lo han hecho alguna vez.
Un segundo vuelo, esta vez lanzado el planeador por Chetos, de similares características que el anterior y de nuevo feliz aterrizaje.
Les dí, y les doy las gracias por su ayuda y nos despedimos seguro que nos volveremos a ver un día de estos en una ladera, y ellos empezaron a volar. Por cierto mientras recogía el velero ( el coche estaba un poco distante ) quité la radio, la música de fondo era muchísimo mejor, es la que producen dos veleros de competición como el Aris y el Vector silvando con el viento en manos expertas.
Necesitaba contarlo. ¿ a que me comprendeis?.
Un saludo