- Jue, 19 Jun 2008 15:30
#690548
“Escurre” de “escurrir con el cerebro, y no eso que se hace con un trapo mojado.
El avión llamado Vampiro (ni idea del porqué de ese nombre) diseño personal de Esco. Resultó que en las primeras pruebas no volaba ni “harto vino”. El asunto de las alas móviles (Pitcheron) no funciona, como era de esperar.
Finalmente ha recurrido a la solución tradicional, y ha hecho caso de esa frase tan célebre (que me acabo de inventar) y que dice: “Pudiendo poner alerones, olvídate de los Pitcherones”.
El primer lanzamiento, de prueba, a motor parado y con todas sus fuerzas.
Las primeras impresiones son buenas.
También hay que decir que el primer día, el modelo, aparte de no volar, iba escaso de caballos. Pero para arreglar ese problema, no hace falta “escurrir” mucho. Se le meten más caballos y ya está.
Segundo lanzamiento, con motor a tope Y la “caballería rusticana”, haciendo gala de su poderío.
Después de unas evoluciones sin presentar problemas dignos de mención, y de unas trepadas como las de un campeón. Lo que se dice un comportamiento digno de un modelo con alerones “vulgares” y no las de un modelo “pitcherón”.
Una vez comprobado el comportamiento satisfactorio del vuelo en llano. Se decide el lanzamiento en la ladera, el viento era propicio, y no hace falta el motor.
Las pruebas en la ladera también cumplen satisfactoriamente con las expectativas.
¿Y ahora qué? Pues…….ala ¡a celebrarlo!
Bajo la atenta dirección de Esco, Luís nos prepara una exquisita ensalada de pimientos asados con bonito, “Bocati di Cardinali”.
Y esta es la historia de un Pitcherón, que dejó de serlo, y que por eso precisamente, tuvo un final felíz.
Un saludo
Puente
El avión llamado Vampiro (ni idea del porqué de ese nombre) diseño personal de Esco. Resultó que en las primeras pruebas no volaba ni “harto vino”. El asunto de las alas móviles (Pitcheron) no funciona, como era de esperar.
Finalmente ha recurrido a la solución tradicional, y ha hecho caso de esa frase tan célebre (que me acabo de inventar) y que dice: “Pudiendo poner alerones, olvídate de los Pitcherones”.
El primer lanzamiento, de prueba, a motor parado y con todas sus fuerzas.
Las primeras impresiones son buenas.
También hay que decir que el primer día, el modelo, aparte de no volar, iba escaso de caballos. Pero para arreglar ese problema, no hace falta “escurrir” mucho. Se le meten más caballos y ya está.
Segundo lanzamiento, con motor a tope Y la “caballería rusticana”, haciendo gala de su poderío.
Después de unas evoluciones sin presentar problemas dignos de mención, y de unas trepadas como las de un campeón. Lo que se dice un comportamiento digno de un modelo con alerones “vulgares” y no las de un modelo “pitcherón”.
Una vez comprobado el comportamiento satisfactorio del vuelo en llano. Se decide el lanzamiento en la ladera, el viento era propicio, y no hace falta el motor.
Las pruebas en la ladera también cumplen satisfactoriamente con las expectativas.
¿Y ahora qué? Pues…….ala ¡a celebrarlo!
Bajo la atenta dirección de Esco, Luís nos prepara una exquisita ensalada de pimientos asados con bonito, “Bocati di Cardinali”.
Y esta es la historia de un Pitcherón, que dejó de serlo, y que por eso precisamente, tuvo un final felíz.
Un saludo
Puente