Algunos aspectos del panorama aéreo español de 1954 a través de una revista - 8
Construcciones Aeronáuticas S.A. (C.A.S.A.)
La empresa Construcciones Aeronáuticas S.A. (C.A.S.A.) fue fundada por el ingeniero José Ortiz Echagüe en 1923, montando un factoría en Getafe donde comenzaron a construir bajo licencia aviones de la casa francesa Breguet, de los que llegaron a producir 400 unidades. En 1926 también construían en Cádiz el hidroavión alemán Dornier Do J Wal, por encargo de la aviación y de la armada. Algunos de sus aviones fueron utilizados en grandes raids de la aviación española. como el Breguet XIX GR "Jesús del Gran Poder", con el que en 1929 Jiménez e Iglesias volaron 6.746 Km desde Sevilla a Bahía, en Brasil, o el Breguet XIX Super Bidón, que pilotado por Barberán y Collar alcanzó La Habana en 1932.
Durante la guerra civil, la producción de Getafe pasó a Reus, construyendo cazas rusos Polikarpov I-15 (Gaviota) y Polikarpov I-16 (Mosca). Una vez acabada la contienda se inauguro una nueva factoría en Tablada, en Sevilla, donde construyeron bastantes modelos bajo licencia alemana, como los aviones de entrenamiento y bombardeo ligero Gotha Go-145A, o los famosos biplanos Bücker Bü 133 Jungmeister y Bücker Bü 131 Jungmann, en uno de los cuales he tenido el placer de volar un par de veces. A partir de 1940 la factoría también produjo 200 bombarderos medios Heinkel He-111, que aquí fueron llamados CASA 2111'"Pedro".
El biplano alemán de entrenamiento Bücker Bü 131 Jungmann, construido en España por C.A.S.A. en los años 40, en uno de los cuales he tenido el placer de volar
Escuadrilla de bombarderos ligeros CASA 2111 "Pedro", del Ejército del Aire, versión española del Heinkel He-111, del que se construyeron 200 unidades
En 1943 el Estado entró en el accionariado de CASA a través del Instituto Nacional de Industria y en 1946 comenzaron el diseño de aviones propios, en concreto tres bimotores de transporte: el Alcotán, el Halcón y el Azor.
El C-201 Alcotán parecía una versión reducida del Douglas DC-3 Dakota, y era capaz de transportar una tonelada a 1.000 Km de distancia. La tripulación era de dos pilotos y en la versión de pasaje llevaba 10 asientos. En cuanto a sus prestaciones de vuelo alcanzaba los 325 Km/h con un techo de servicio de 5.600 m.
El Alcotán voló por primera vez en febrero de 1949, aunque surgieron muchos problemas con la elección de los motores, ya que el bloqueo internacional a la España de la postguerra impedía la importación de maquinaria y componentes, los cuales sólo podrían conseguirse en cantidades limitadas a través de países intermedios. Primeramente se montaron motores Armstrong Siddeley Cheetah-XXVIII de 475 CV, luego pasaron a los Pratt & Whitney R-1340 Wasp H de 550 CV, y también probaron con los nacionales Elizalde-ENMASA Sirio S-VII-A de 500 CV y con los Alvis Leonides-503, de 503 CV. Ante las dificultades, una unidad hasta llegó a volar con motores de DC-3 Curtiss-Wright R-1820-1 prestados por la compañía Iberia.
Bimotor de producción española Alcotán, construido por C.A.S.A. (Construcciones Aeronáuticas S.A.). Con una tripulación de 2 hombres y capaz de transportar 10 pasajeros o una tonelada de carga, a 1.000 km de distancia
A causa de estos problemas, en 1956 solo se habían completado 11 unidades del Alcotán, que sirvieron en el ejército del aire. En 1962 había en las naves de almacenaje de CASA 96 fuselajes acabados en espera de recibir motores, pero con el desarrollo de otras aeronaves de mejores características se decidió cancelar su construcción, por lo cual estas unidades fueron desguazadas y una parte de sus materiales aprovechados en otros montajes.
El C-202 Halcón era un bimotor, algo mayor que el Alcotán y con el tren de aterrizaje triciclo, que facilitaba el control en los despegues y aterrizajes. El avión estaba dotado de aire acondicionado y calefacción, y su interior era más espacioso, con lo cual podía albergar cómodamente a 14 pasajeros y tres tripulantes. El primer vuelo se realizo en 1952, equipado con motores nacionales Elizalde 9C-29-750-Beta-4, que no obstante adolecían de falta de potencia. Del C-202 Halcón se llegaron a construir 12 unidades, siendo las dos primeras los prototipos, pero por las mismas dificultades del Alcotán para conseguir una motorización aceptable, su producción también cesó en 1962.
El C-207 Azor fue el mayor de los tres proyectos. Era también un bimotor de transporte de corto y medio alcance que realizó su primer vuelo en septiembre de 1955, siendo homologado en 1958 por el INTA. Lo dos prototipos iniciales estaban equipados con motores Pratt & Whitney R-2800 Double Wasp, pero en el resto se colocaron los Bristol Hercules 730 de 2.040 CV. La idea de CASA era además competir con este avión en el mercado civil, ya que podía transportar a 40 pasajeros a 2.500 Km de distancia, pero su cabina no estaba presurizada, con lo cual, siendo su techo de servicio de 8.000 metros con los pilotos respirando con máscara de oxígeno, si llevaba pasaje no podía superar los 4.000. Por este motivo la compañía Iberia eligió el Convair 240/440, y las 22 unidades del Azor construidas fueron utilizadas exclusivamente por el ejército del aire español, operando en el escuadrón 351 del Ala 35 del Comando de Transporte Aéreo, en la Base Aérea de Getafe.
El Azor fue el mayor de los aviones de transporte desarrollados por C.A.S.A. en los años 50. Podía llevar a 40 pasajeros a 2.500 Km de distancia
En 1960 se habilitaron diez unidades del Azor como plataformas de lanzamiento de paracaidistas, pudiendo llevar a 37 soldados con su equipamiento, que saltaban a través de dos grandes puertas añadidas en la parte posterior del fuselaje. La versión de carga podía transportar hasta 3.350 Kg. A diferencia de sus dos hermanos menores, el Azor tuvo una vida operativa más larga y provechosa, siendo retiradas las últimas unidades en 1982.
Los motores radiales ingleses Bristol Hercules 730 de 2.040 CV, refrigerados por agua, que equiparon las veinte unidades del Azor producidas en serie
Aparte de la producción propia, CASA consiguió en 1957 el mantenimiento de los cazabombarderos supersónicos F-100 Super Sabre de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y la renovación de los Lockheed T-33 de entrenamiento. A finales de los 60 comenzó a producir bajo licencia los monomotores de entrenamiento militar a hélice MBB 223 Flamingo y diversas versiones de los aviones de combate supersónicos F-5 de Northrop, así como el helicóptero ligero biturbina MBB Bo 105, de la casa alemana Bölkow.
Pero sin duda, son los desarrollos propios de CASA desde los años 70, los que han cimentado su prestigio internacional, como el C-212 Aviocar, un transporte táctico ligero y de patrulla marítima, del que se han construido 477 unidades y tiene 92 operadores tanto militares como civiles en todo el mundo, o el CASA C-101 Aviojet, un reactor subsónico ligero monomotor de entrenamiento avanzado y ataque, con 143 unidades producidas que vuelan en las fuerzas aéreas de varios países. En España son muy conocidos por ser utilizados en la escuadrilla acrobática Águila, del Ejército del Aire.
El monoreactor subsónico de entrenamiento avanzado y ataque CASA C-101, con una muestra de las armas que puede portar
También en el campo del transporte táctico son importantes las evoluciones del Aviocar pero con mayor tamaño y prestaciones, como los turbohélices bimotores CN-235 (273 unidades en 32 países) y sobre todo el C-295 que entró en servicio en 1990 y del que se llevan producidas 2.000 unidades vendidas a 21 países. A partir del año 2.003 CASA construye además partes del cazabombardero polivalente europeo Eurofighter Typhon y monta las unidades destinadas al ejército español, así como también del avión de transporte militar de largo alcance y de reaprovisionamiento en vuelo Airbus A400M Atlas (Grizzly).
En cuanto a la trayectoria propia de la empresa, sin duda alguna la más importante del panorama aéreo español, en 1971 CASA absorbió a La Hispano-Aviación S.A, fabricantes de los reactores Saeta, y en 1972 pasó a ser miembro del Grupo de Interés Económico de Airbus, integrándose en el 2.000 en el grupo europeo EADS, donde sigue en la actualidad, manteniendo cuatro factorías en España (Getafe, Sevilla, Puerto Real y Puerto de Santa María) en las que trabajan más de 7.500 empleados.
Aeronautica Industrial S.A. (AISA)
En 1923 el ingeniero malagueño Jorge Loring montó en Carabanchel Alto una factoría para la producción de piezas para aviones. En 1934 la empresa cambió su nombre por el de Aeronautica Industrial S.A. (AISA) y comenzó a fabricar aviones de reconocimiento y transporte con licencia de Fockker. A la vez construyó algunos prototipos de autogiros para Juan de la Cierva y diseñó aviones propios, como una caza denominado Loring C-1 y un aeroplano de reconocimiento el Loring R-III.
Tras el periodo de la guerra civil, en que la producción se trasladó a Alicante, en 1940 reemprendió la actividad con la construcción de los prototipos HM-1 y HM-9 del ingeniero Huarte-Mendicoa, de la Oficina de Proyectos del Ministerio de Aire. Del monoplano de entrenamiento HM-1, AISA construyó posteriormente 190 unidades. También efectuaba el mantenimiento de los bombarderos Savoia-Marchetti S.M.79 Sparviero y comenzó la construcción bajo licencia de los planeadores alemanes Kranich II biplaza y Welha monoplaza. El primero de ellos era derivado del Kranich de 1941 y fue el primer planeador de tipo biplaza en ser construido en serie, del que produjeron 60 unidades con destino a los clubes de vuelo españoles.
Planeadores alemanes Kranich II y Welha, producidos bajo licencia por AISA para equipar los clubes de vuelo españoles
Con la adquisición de Iberavia y de su oficina de proyectos, diseñaron los monoplanos de entrenamiento AISA I-11 de tren triciclo, la AISA I-11-B de rueda de cola, llamada Cuqui en el argot de los pilotos, y la AISA I-115, cuyo mote era "Garrapata", que utilizaron en España tanto las academias del ejército como las escuelas de privadas por espacio de cinco décadas. La Cuqui siempre fue muy bien considerada por profesores y alumnos, por su docilidad y nobleza de vuelo, pero la Garrapata se ganó el calificativo de "ataúd volante" por su tendencia a entrar en pérdida repentina en sus giros a velocidades relativamente altas. Yo he volado con los dos aviones, y puedo certificar tanto las bondades de la AISA I-11-B, como la "pesadez" y las reacciones traidoras de la I-115, que aconsejaba ir siempre rápido y no descuidarse en el momento de la toma, ya que tenía tendencia a caer de una ala antes que de la otra.
La AISA I-115 (Garrapata), la AISA I-11 y la AISA I-11-B (Cuqui). Especialmente la primera y la última coparon durante décadas las flotas de las escuelas del aire en España
A mediados de los 50 la empresa AISA cambió su línea de producción hacia la construcción de células de los helicópteros Aerotécnica AC-12 y Aerotécnica AC-14 y a efectuar las revisiones de los helicópteros americanos de las bases que tenía en España en virtud de los tratados de amistad y cooperación. A finales de los cincuenta también inició la producción de los vehículos de transporte terrestre AVIA, desde los famosos motocarros de tres ruedas, hasta las camionetas y microbuses que todos recordamos haber visto circular en nuestras calles.
Dibujo del AISA I-115 "Garrapata", matrícula EC-DEO, con la que volé hace años
En 1999 la empresa fue comprada por CASA, aunque el nombre se mantuvo como marca diferenciada hasta que la casa matriz entró en el consorcio europeo EADS, el cual integró a AISA en Eurocopter, constructores del Super Puma, el Super Cougar y del helicóptero medio multipropósito EC155.
La Hispano-Aviación S.A.
En el primer decenio del siglo XX el nombre de Hispano-Suiza ya era sinónimo de calidad en el ámbito de los coches de lujo. En 1915 su director técnico, el ingeniero suizo Marc Birkigt, diseñó un revolucionario motor de aviación con el bloque de aluminio que tuvo un éxito inmediato, hasta el punto que durante la Primera Guerra Mundial llegaron a construirse bajo licencia más de 50.000 unidades en Francia, Italia, Estados Unidos y Japón. Al finalizar la contienda la empresa montó una factoría en Guadalajara, llamada Hispano-Guadalajara, con la idea de producir aeroplanos y camiones militares, pero las dificultades financieras persiguieron su trayectoria, causando varias quiebras y obligando a sucesivos cambios de dirección.
En 1932 la compañía separó sus actividades, vendiendo la producción de camiones a la Fiat, división que fue nacionalizada por el INI en 1946 para dar origen a ENASA (Empresa Nacional de Autocamiones S.A.) cuya marca comercial era la conocida Pegaso. La producción aeronautica en cambio, seguía en manos de sus antiguos dueños y pasaba en 1939 a Triana, en Sevilla, con el nombre de La Hispano-Aviación.
Entrenador militar HA-43 de La Hispano-Aviación, ubicada en Triana, Sevilla
En 1951 vino a España el renombrado diseñador aeronáutico Willy Messerschmitt, que en la Alemania de la postguerra, ante la imposibilidad de construir aviones, se dedicaba a la producción de máquinas de coser. Su viaje respondía a un control de la fabricación de la versión hispana de su Messerschmitt Me-109G2, que realizaba precisamente La Hispano-Aviación. El avión se llamaba HA-1112 y se realizaron dos versiones principales: la HA-1112 K.1.L Tripala (con 65 ejemplares) que equipaba un motor Hispano Suiza HS 12-Z-89 de 1.300 HP, poco fiable, y la versión HA-1112 M.1.L Buchon (con 172 ejemplares) que equipaba el renombrado motor Rolls Royce Merlin de 1.600 HP, el mismo que montaba CASA en sus bombarderos "Pedros", la versión española del Heinkel He-111.
El HA-1112 M.1.L Buchon, de la Hispano-Aviación, la versión española de caza alemán de combate Messerschmitt Me-109G2
Una vez en nuestro país se convenció a Messerschmitt para que se quedara a desarrollar un avión a pistón de entrenamiento, un birreactor de escuela y asalto, y un caza con ala delta. Él y dos de sus antiguos colaboradores en Alemania se integraron en un equipo español con los ingenieros Rafael Rubio y Ángel Figueroa, y comenzaron a trabajar en el prototipo que se llamó HA-100 Triana, con la idea que pese a ser un avión a pistón, la mayoría de sus elementos pudieran ser luego utilizados para el reactor Saeta. El primer HA-100 voló en 1953 con un motor nacional ENMASA Beta de 755 HP cuyo funcionamiento no era satisfactorio. El segundo prototipo fue equipado con un Wright R-1300 Cyclone de 800 HP, mucho más fiable, pero como en otros muchos proyectos españoles de esta época, toparon con la dificultad para conseguir el número suficiente de motores para una fabricación en serie, y el HA-100 fue cancelado.
El genial diseñador alemán Willy Messerschmitt, que en 1951 vino a España a trabajar en algunos proyectos de la Hispano-Aviación
El primer HA-200 Saeta voló en agosto de 1955, siendo el primer avión a reacción construido en España. Como estaba previsto, utilizaba muchas partes diseñadas para el Triana y se equipó con dos turborreactores franceses Turboméca Marboré VI que lo impulsaban a 690 Km/h, con un techo de 13.000 metros y un alcance de 1.500 Km. España llegó a tener 122 unidades en servicio en el Ejército del Aire, algunas de las cuales volaron hasta 1981. También fue fabricado bajo licencia en Egipto, que contó con 100 aparatos.
El HA-200 Saeta, primer reactor español construido por la Hispano-Aviación, en cuyo gabinete de diseño trabajaba Willy Messerschmitt
El caza polivalente ligero con ala en delta se denominó HA-300 y su principio básico debía ser la simplicidad, elemento fundamental para poder construirse en grandes cantidades en un país de pocos recursos como era la España de finales de los 50. En 1959 se acabó un planeador de madera con la forma a escala del reactor, que era remolcado por un CASA "Pedro", para estudiar su comportamiento aerodinámico, pero entonces comenzaron a entrar en España los Sabres F-86 americanos y el proyecto se canceló.
El profesor Messerschmitt regresó a Alemania en 1959, cuya economía, al relajarse las restricciones de los aliados, estaba despegando a gran velocidad, aunque siguió manteniendo relaciones comerciales con la industria aeronáutica española.
Egipto, junto a la licencia del Saeta, compró la documentación del proyecto HA-300, y en marzo de 1964 volaba el primer Helwan HA-300 sobre el Cairo. Sin embargo en 1967 estalló la Guerra de los Seis Días con Israel y las pérdidas fueron tan grandes que el país quedó prácticamente sin aviación de combate, por lo cual no podía perder tiempo en seguir desarrollando un tipo de avión que podía en cambio sustituir en poco tiempo por los MIG-21 rusos. De esta manera Nasser canceló un proyecto que hasta entonces había costado 135 millones de libras al gobierno egipcio.
El cazabombardero ligero de ala en delta HA-300, cuyo proyecto se vendió a Egipto y del que sólo se construyeron dos prototipos
En los tableros de diseño de La Hispano-Aviación hubo en 1967 un proyecto muy interesante que fue denominado HA-500 Alacrán. Se trataba de un avión de apoyo aéreo y ataque a tierra con características STOL (despegue y aterrizaje cortos) que montaba dos motores turborreactores en la parte exterior trasera del fuselaje. Estaba equipado con alerones hidráulicos y compensadores eléctricos, sus depósitos de combustible serían autosellantes a prueba de balas, así como la cabina del piloto, con el cristal blindado y una "bañera" que pudiera resistir impactos directos de proyectiles de 12,7 mm.
Maqueta del HA-500 Alacrán, un revolucionario avión de ataque a tierra que sin duda inspiró a los diseñadores del exitoso A-10 Warthog
Plano de alzado lateral del HA-500 Alacrán, de los diseñadores Rafael Rubio y Bel Loste, que no fue desarrollado por falta de recursos
El proyecto no pasó de los tableros por falta de recursos para su desarrollo y porque entonces llegaron a España los Northrop F-5 "Freedom Fighter", cuyas características se consideraron compatibles con las necesidades que motivaban el Alacrán. Se intentó vender en proyecto a Argentina, pero tampoco tuvo continuación por la misma falta de recursos. Parecía que las ideas de este avión quedarían olvidadas, sin embargo, muchas de las soluciones propuestas aparecerían casi calcadas pocos años más tarde en el exitoso Fairchild-Republic A-10 Thunderbolt, más conocido como A-10 Warthog, la dura punta de lanza del ejército del aire estadounidense para el ataque a suelo que tantas victorias cosechó en Irak.
El Fairchild Republic A-10 Thunderbolt II (Warthog), el mejor avión de apoyo táctico y de ataque a tierra del mundo, cuya concepción parece haber salido del proyecto de La Hispano-Aviación HA-500 Alacrán
La Hispano-Aviación demostró durante casi cuatro décadas que la penuria de recursos no era un impedimento a la imaginación y a los diseños vanguardistas. En 1971, con las inevitables concentraciones en el ámbito aeronáutico que provocaba la mayor competencia internacional, la empresa fue absorbida por Construcciones Aeronáuticas S.A. (CASA), iniciando de su mano la colaboración e integración con Airbus y actualmente con la EADS.
Continuará...
Un saludo