- Mié, 21 Jul 2004 16:16
#1627
En primer lugar, gracias a todos por los ánimos. Así da gusto. A Coronilla, espero que estés, sino retablecido, por lo menos, mucho mejor. A tí no se te puede parar.
En fin, a lo que iba. Después de un vuelo perfecto, me dispongo a aterrizar. El campo de vuelo está al lado del mar, por lo que la brisa está siempre, es laminar y, aunque algo fuerte ese día, nada que no pueda soportar un Ión. Ahí vuelo desde hace muchos años, por lo que lo conozco de sobras. Llevo el avión hasta donde calculo que podrá bajar de sobras pero, acostumbrado a volar el Litio y el Guillet que con frenos planean aún bastante, me doy cuenta de que he puesto los frenos demasiado pronto. El avión está alto, porque me reservo un espacio para ver su reacción al freno por ser la primera vez. Efectivamente se encabrita un poco, pero como estaba preparado para eso, lo controlo con la profundidad y es cuando me doy cuenta de que el freno es demasiado efectivo y que baja deprisa para la distáncia a la que se encuentra. El viento, de cara. Como está alto aún, decido quitar el freno para que venga más cerca. La velocidad de aproximación es suficiente, por lo que la entrada en pérdida no me preocupa. De hecho, ha ido más despacio durante el vuelo, pués había probado la velocidad de pérdida y era realmente baja. El viento de cara le garantiza sustentación. Pero la reacción que tiene no es de pérdida, sino de DESCONTROL. Levanta el ala derecha, cuando está a cuchillo hace un giro hacia el suelo y se va en picado. Antes de desaparecer de mi vista, me da tiempo de comprobar que en la emisora todo está correcto y que no me he equivocado de "tecla", incluso toco la profundidad a picar para que continúe el giro pero no reacciona. Sigue cayendo y desaparece detrás de un cañar cercano.
He pensado que podría haber entrado en alguna especie de "burbuja" de aire de densidad diferentre o algo así, pero por allí no hay nada que, aparentemente, lo pueda provocar. Ese campo es una antigua plantación de arroz que ha sido rellenada con tierra y no hay ni piedras prácticamente. Algúnos arbustos, "pinchosos" naturalmente, pero nada más. Lo que me me preocupa mientras lo busco es el por qué no ha respondido al mando mientras caía.
Y la puntilla es cuando, después de buscarlo, lo veo en el suelo "desplumado", con las alas hacia atrás y con el fuselaje con tres hermosas rasgaduras por haber "flexado" hacia la derecha. Lo que me mata es que los frenos ¡¡¡Están levantados!!! ¡¡¡Ahí están los gremlins haciendo de las suyas!!! Oigo risitas detrás de unos arbustos, pero no puedo ir a cazarlos pues la adrenalina me hace zumbar los oidos y estoy como en trance: Esto no puede haber pasado. ¡¡¡SI ERA NUEVO!!! Ahora ya no lo es.
Ya tengo todo lo necesario para repararlo y volverá a volar, pero me lo tomaré con calma. Como dice Álvaro, reparado vuela mejor y yo estoy convencido de que será así.
Otro día hablaremos de las interferencias.
Un abrazo a todos. Sois grandes, de verdad.
"Hay tres tipos de personas: los que saben contar y los que no."