- Mié, 03 May 2017 8:48
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En los buques reales, el calculo del timón se hace por estadística de los que ya están funcionando. Es un % de la superficie del forro del casco proyectado sobre crujía. Dependiendo del tipo de buque el porcentaje es distinto. Un superpetrolero tiene un timón pequeño porque la mayoría del tiempo no lo va a necesitar (es más el utilizarlo enlentecería la marcha del buque) y hace trayectos muy rectos. Eso si, cuando toma un waypoint tarda bastante en empezar a virar.
Los pesqueros tienen un timón con un porcentaje grandisimo, lo que les permite virar en dos esloras. Los remolcadores, tienen el mayor porcentaje, lo que hacen que puedan virar sobre su propio eje. Se ayudan de hélices transversales o pueden incorporar sistemas schottel.
La altura del timón viene condicionada por el vano del codaste. Cuanto más profundidad tome, más eficiente es, por la mayor presión del agua. Asimismo, cuanto más eslora, más brazo resistente y por tanto se necesita un servo de mayor potencia. Por eso los timones son más altos que largos. Además se suelen poner detrás de las hélices para aprovechar el flujo de agua que generan.
Un timón es más eficiente cuanta mayor velocidad tenga el agua que pasa por el. Cuando el barco está casi parado el timón "no manda". Y si navega a gran velocidad, con un timón pequeño ya le vale.
Para barcos que trabajan parados o a baja velocidad se recomienda schottel o bien (el más utilizado) waterjets que además permiten ir a grandes velocidades. Son utilizados en lanchas rápidas, de rescate y Guardia Civil, que lo mismo tienen que salir cortando, hacer maniobras ágiles o trabajar casi parados (rescate de personas u otros barcos).
Ah! Y por supuesto que hay muchiiisimos barcos sin timón. A los ya mencionados schottel (es casi un timón) y waterjet, se unen los que disponen de dos hélices, que normalmente son de paso variable. Por diferencia de velocidad en las hélices, el buque vira. Y si ponemos una hélice paso avante y otra paso ciando, la virada es más pronunciada.