Si el Gran General de Chozas me pide que saque a la luz la II Gran Guerra Aérea entre la Fokker DVII pilotada por Kalamar (por Alemania), y las Sopwith Pup pilotada por Santy y Sopwith Camel pilotada por Ulpiano (ambas por el bando aliado), pues habré de sacar a la luz los resultados obtenidos y que quería evitar porque hubo una victoria clara y a los Ases de la Aviación no nos gusta machacar al enemigo vencido.
En un principio lucharíamos individualmente y ganaría el último que quedase en el aire, el bando aliado no respetaría su pertenencia de colegas, y por eso la Sopwith Camel hubo de ser señalada con unas cintas blancas que la distinguirían de la Pup y así los periodistas presentes poder dar cumplida cuenta de quién era quién (y de paso Santy y yo poder distinguirlas por nuestro bien, ya que son muy parecidas en la decoración).
Pues ahí tenemos a Kalamar pertrechado hasta el entrecejo.
Y aquí los tres con una apariencia de amigos, pero si se observa la posición del piloto de la derecha, se ve perfectamente que adopta una posición tipo Al Capone: no les daba la espalda. Los otros dos, parecían más confiados.
Primero sale la Camel, momento que es captado cuando justamente para delante de las pancartas (y de paso hago un poco de publicidad de los sponsors que así ayudarán nuevamente el año próximo)
Y ya inmediatamente, al percatarse de quién viene detrás, hace un giro cerrado tras el despegue: no se fía.
Luego sale la DVII
Y finalmente sale la Pup
Ya en el aire, hubo un momento de peligro que fue detectado por el Gran Público y a los gritos de ¿Eh, Eh!, me dí cuenta del despiste e inmediatamente la Camel hace una maniobra y se quita del ángulo de tiro de la Pup a quien se le veían malas pulgas.
Camel y Pup en el aire realizando maniobras evasivas y de contraataque.
Pero falta la DVII: qué pasa. Miramos hacia abajo y observamos que ha sido tocada y esta foto es la última que se conserva antes de su impacto. No le quedaba más remedio que tomar tierra, y aquí está camino del infierno.
(Y vaya si la tomó, le salió hasta por el, …… , pudimos ver el rastro de polvo que dejó tras el impacto, lo que, la verdad, no nos conmovió lo más mínimo, pues los Ases del Aire estamos para eso y acostumbrados a ver estos sucesos estos sucesos, co-o, que para eso somos Ases, …).
Mientras tanto, Santy, impasible a los mandos de la Pup.
Y, como nosotros no somos unos asesinos, somos unos Ases y Caballeros del Aire. Quisimos comprobar si Kalamar había sufrido algún daño y nos dispusimos al aterrizaje.
Cuál fue nuestra alegría comprobar que Kalamar no había sufrido ningún daño pero al avión le metimos una avería importante y podríamos estar tranquilos las dos semanas próximas. Pelayo velaba sus restos como buen soldado, así que no pondré más fotos de la copa.
Ya en tierra, me dispuse a dar el Parte de Guerra al Alto Mando Militar.
Sin embargo, las últimas noticias de nuestro servicio de espionaje nos indican que el malvado Kalamar ya está listo para una nueva Batalla III en nuestro próximo encuentro, y nos felicitamos por ello.
Mi reconocimiento a Blanca que, al darse cuenta de que yo no podía hacer las fotos mientras volaba, se ofreció a dejar constancia de lo que aquí se ha contado.
Para vivir así, es mejor no morirse.