- Mar, 06 Dic 2005 22:53
#148930
Hola, chicos (y chicas, si hay alguna por aqui)
En esta vida, no hay que fiarse de las apariencias, porque, como bien dice el dicho popular, las apariencias engañan.
Quien parece un marido amante y dedicado, un padre dulce y bondadoso, a la que te descuidas se pone a volar uno de estos cacharritos que llamais "microhelicopteros" (tiene guasa el nombre, yo no le veo el micro, ni el altavoz, por ningún lado) en medio del hogar familiar, y más concretamente en el salón. Y mira tu por donde, que el marido amante y el padre bondadoso se transforma por arte de magia (¿ó será efecto del litio?) en un Rambo cualquiera que lanza el susodicho aparatejo contra la venerable cabeza de su esposa (una servidora).
Ahora, a ver si es valiente y confiesa su "hazaña".....
PD. Estoy pensando si denunciarle a Aviación Civil ó llamar a Bono que me mande una escuadrilla aerea para protegerme...
En esta vida, no hay que fiarse de las apariencias, porque, como bien dice el dicho popular, las apariencias engañan.
Quien parece un marido amante y dedicado, un padre dulce y bondadoso, a la que te descuidas se pone a volar uno de estos cacharritos que llamais "microhelicopteros" (tiene guasa el nombre, yo no le veo el micro, ni el altavoz, por ningún lado) en medio del hogar familiar, y más concretamente en el salón. Y mira tu por donde, que el marido amante y el padre bondadoso se transforma por arte de magia (¿ó será efecto del litio?) en un Rambo cualquiera que lanza el susodicho aparatejo contra la venerable cabeza de su esposa (una servidora).
Ahora, a ver si es valiente y confiesa su "hazaña".....
PD. Estoy pensando si denunciarle a Aviación Civil ó llamar a Bono que me mande una escuadrilla aerea para protegerme...