- Vie, 07 Abr 2006 22:25
#215988
El primer día de la liga catalana de f5j se reveló lleno de sorpresas.
El día estaba calmado por la mañana, pero enseguida se levanto un viento cruzado a la pista que comenzó suave pero fue aumentando de intensidad durante toda la mañana. Al final del concurso las dificultades para volar fueron importantes y provocaron numerosas salidas de pista y roturas.
En estas condiciones, el primer clasificado fue Jaume Nogues (excelente en su primera participación) con un Poly Sergio de dos ejes, segundo Efrain con un Cumulus 2000 de serie, tercero Juan Perez con un Sky Sergio y cuarto J. Carlos Navea con un Fireblade.
Todos ellos son aviones “pequeños” y con una superficie alar en la franja baja de las utilizadas por la mayoría de los concursantes.
Yo, utilizando mi nuevo modelo de 2,20 cm de envergadura, 43 dm2 y 750 gr de peso, me clasifique en quinta posición, pero la verdad es que me costó muy mucho acabar los vuelos. El avión no penetraba en el viento e incluso alguna vez volaba hacia atrás, llevarlo hasta la diana también era muy difícil. Las subidas tampoco eran lo esperado y se quedaban mucho más cortas que en un día con viento suave. Como solución de urgencia llegué a lastrar con 50 gr el modelo. (Que contrasentido lastrar el modelo, cuando nos peleamos para rebajar un gramo cuando construimos!!!)
En definitiva que se constata una vez mas, habilidad del piloto a parte, que hay un tipo de avión para cada condición meteorológica. Con fuertes vientos son mejores aviones pequeños y con una carga alar más elevada. Esto les ayuda a penetrar mejor en el viento, y facilita tanto su vuelo como la subida. (entre 1,80 y 2,00m Carga alar sobre los 25-22 gr/dm2)
En condiciones de viento suave, son mejores envergaduras mayores y peso mínimo que facilitan la permanencia, sin penalizar la subida.(sobre los 2,20 y . Carga alar por debajo de 18 gr/dm2)
Así pues para encarar las competiciones con garantías, hay que pensar en adaptarse a las condiciones del momento en que se vuela.
Una manera sencilla es tener la posibilidad de aumentar o disminuir la envergadura de las alas según convenga. Esto puede hacerse con unos suplementos alares que se puedan poner o quitar. Otra solución es disponer de alas distintas para cada circunstancia.
Hay que estudiar también cuales son los cambios que permite el reglamento.
Después de estas reflexiones, he adaptado el soporte del ala del fuselaje para poder aprovechar las alas del Cumulus que utilicé el año pasado (las originales de 1,80 y unas que hice de 2,05). Cuando lo pruebe ya os contaré.
Moraleja: “UN DIA DE COMPETICION VALE POR 100 DE ENTRENAMIENTO”
El día estaba calmado por la mañana, pero enseguida se levanto un viento cruzado a la pista que comenzó suave pero fue aumentando de intensidad durante toda la mañana. Al final del concurso las dificultades para volar fueron importantes y provocaron numerosas salidas de pista y roturas.
En estas condiciones, el primer clasificado fue Jaume Nogues (excelente en su primera participación) con un Poly Sergio de dos ejes, segundo Efrain con un Cumulus 2000 de serie, tercero Juan Perez con un Sky Sergio y cuarto J. Carlos Navea con un Fireblade.
Todos ellos son aviones “pequeños” y con una superficie alar en la franja baja de las utilizadas por la mayoría de los concursantes.
Yo, utilizando mi nuevo modelo de 2,20 cm de envergadura, 43 dm2 y 750 gr de peso, me clasifique en quinta posición, pero la verdad es que me costó muy mucho acabar los vuelos. El avión no penetraba en el viento e incluso alguna vez volaba hacia atrás, llevarlo hasta la diana también era muy difícil. Las subidas tampoco eran lo esperado y se quedaban mucho más cortas que en un día con viento suave. Como solución de urgencia llegué a lastrar con 50 gr el modelo. (Que contrasentido lastrar el modelo, cuando nos peleamos para rebajar un gramo cuando construimos!!!)
En definitiva que se constata una vez mas, habilidad del piloto a parte, que hay un tipo de avión para cada condición meteorológica. Con fuertes vientos son mejores aviones pequeños y con una carga alar más elevada. Esto les ayuda a penetrar mejor en el viento, y facilita tanto su vuelo como la subida. (entre 1,80 y 2,00m Carga alar sobre los 25-22 gr/dm2)
En condiciones de viento suave, son mejores envergaduras mayores y peso mínimo que facilitan la permanencia, sin penalizar la subida.(sobre los 2,20 y . Carga alar por debajo de 18 gr/dm2)
Así pues para encarar las competiciones con garantías, hay que pensar en adaptarse a las condiciones del momento en que se vuela.
Una manera sencilla es tener la posibilidad de aumentar o disminuir la envergadura de las alas según convenga. Esto puede hacerse con unos suplementos alares que se puedan poner o quitar. Otra solución es disponer de alas distintas para cada circunstancia.
Hay que estudiar también cuales son los cambios que permite el reglamento.
Después de estas reflexiones, he adaptado el soporte del ala del fuselaje para poder aprovechar las alas del Cumulus que utilicé el año pasado (las originales de 1,80 y unas que hice de 2,05). Cuando lo pruebe ya os contaré.
Moraleja: “UN DIA DE COMPETICION VALE POR 100 DE ENTRENAMIENTO”