- Lun, 22 Ene 2007 23:08
#393745
Simplemente como recordatorio de que con estos bichos no vale la distracción.
Ayer monté el Saito en una bancada para comenzar el rodaje. Busqué un lugar tranquilo y alejado de casas y gente a la que pudiera molestar. Anclé la bancada bien firme. Llené el depósito. Abrí la aguja de alta. Cebé y armado de un mango de martillo forrado de manguera comencé a intentar arrancarlo (no puse el cono así que nada de arrancador).
En esto llegó un hombre y se acercó a mirar. Lo normal en estos casos. Ya estás un poco nervioso ante semejante monstruo de motor como para andar respondiendo a la inesperada compañía. El caso es que me distraje y cuando volví a darle a la hélice lo hice con la mano. Las consecuencias: menos mal que lijé el borde de salida antes de montarla y que no me pilló de lleno.
Un par de buenos cortes al arrancar al revés. Uno de ellos, en el índice, con tal golpe que creí que me había roto el dedo.
Desmontar. Buscar una farmacia de guardia. Puntos de papel, Betadine, gasas y esparadrapo y un dedo que aún hoy no ha recuperado toda la sensibilidad en la yema (el golpe debió dañar el nervio y tardará tiempo en recuperarse, gracias a Dios no seccionó nada).
Tengo el motor a mi lado y lo rodaré, pero no se me olvidará lo que hasta ayer ha sido una prudencia a veces exagerada: aquí no caben distracciones ni improvisaciones. Esto es serio.
Lo comentó en el foro con rubor (y dolor) pero sirva para que a nadie más le pase. Tuve suerte, pero me la jugué y hoy podía estar lamentándolo.
Un saludo a todos
Ayer monté el Saito en una bancada para comenzar el rodaje. Busqué un lugar tranquilo y alejado de casas y gente a la que pudiera molestar. Anclé la bancada bien firme. Llené el depósito. Abrí la aguja de alta. Cebé y armado de un mango de martillo forrado de manguera comencé a intentar arrancarlo (no puse el cono así que nada de arrancador).
En esto llegó un hombre y se acercó a mirar. Lo normal en estos casos. Ya estás un poco nervioso ante semejante monstruo de motor como para andar respondiendo a la inesperada compañía. El caso es que me distraje y cuando volví a darle a la hélice lo hice con la mano. Las consecuencias: menos mal que lijé el borde de salida antes de montarla y que no me pilló de lleno.
Un par de buenos cortes al arrancar al revés. Uno de ellos, en el índice, con tal golpe que creí que me había roto el dedo.
Desmontar. Buscar una farmacia de guardia. Puntos de papel, Betadine, gasas y esparadrapo y un dedo que aún hoy no ha recuperado toda la sensibilidad en la yema (el golpe debió dañar el nervio y tardará tiempo en recuperarse, gracias a Dios no seccionó nada).
Tengo el motor a mi lado y lo rodaré, pero no se me olvidará lo que hasta ayer ha sido una prudencia a veces exagerada: aquí no caben distracciones ni improvisaciones. Esto es serio.
Lo comentó en el foro con rubor (y dolor) pero sirva para que a nadie más le pase. Tuve suerte, pero me la jugué y hoy podía estar lamentándolo.
Un saludo a todos
Mi hangar:
- Para mi: pocas cosas. Para mi mujer: demasiadas
- Para mi: pocas cosas. Para mi mujer: demasiadas