- Vie, 10 Feb 2006 21:31
#186433
Hola:
Quería hacer constar un detalle no tocado del artículo publicado en el número de este mes de la revista Volar o Aviación deportiva (ahora no me acuerdo).
Algunos de los ejemplares que se exhiben proceden de las Escuelas de Vuelo sin Motor de Monflorite ,Ocaña y Somosierra. En cuanto a los procedentes de Monflorite hay que decir que están vivos de milagro ,pues se dió orden de destruirlos cuando se dieron de baja y el profesor Miguel Ara con permiso del jefe de la Escuela (no me acuerdo de su nombre) se jugó el pellejo (por decirlo de alguna manera) al guardar durante un montón de años un ejemplar desmontado de cada uno de los que tenían, por los rincones de los hangares(como el Arca de Noé).
Pasado algún tiempo ,un pez gordo del Ministerio del Aire se enteró de la orden no cumplida y tenían intención de tomar serias medidas con el infractor-es y empurarlos ejemplarmente; pero los contactos y la medalla aérea del Profesor pararon el proceso. De este modo y a pesar de que el que suscribe y algunos niños más jugaran durante años al escondite en sus cabinas y se montasen películas de guerra entre montones de polvo,tubo y tela que considerábamos chatarra, llegaron hasta el museo algunos ejemplares.
¿Os imagináis que hubiesen hecho lo mismo en las bases aéreas españolas? . Ahora tendríamos un museo de envidia.
Esta anécdota así me la contaron y creo que merece no ser olvidada .
SALUD
Quería hacer constar un detalle no tocado del artículo publicado en el número de este mes de la revista Volar o Aviación deportiva (ahora no me acuerdo).
Algunos de los ejemplares que se exhiben proceden de las Escuelas de Vuelo sin Motor de Monflorite ,Ocaña y Somosierra. En cuanto a los procedentes de Monflorite hay que decir que están vivos de milagro ,pues se dió orden de destruirlos cuando se dieron de baja y el profesor Miguel Ara con permiso del jefe de la Escuela (no me acuerdo de su nombre) se jugó el pellejo (por decirlo de alguna manera) al guardar durante un montón de años un ejemplar desmontado de cada uno de los que tenían, por los rincones de los hangares(como el Arca de Noé).
Pasado algún tiempo ,un pez gordo del Ministerio del Aire se enteró de la orden no cumplida y tenían intención de tomar serias medidas con el infractor-es y empurarlos ejemplarmente; pero los contactos y la medalla aérea del Profesor pararon el proceso. De este modo y a pesar de que el que suscribe y algunos niños más jugaran durante años al escondite en sus cabinas y se montasen películas de guerra entre montones de polvo,tubo y tela que considerábamos chatarra, llegaron hasta el museo algunos ejemplares.
¿Os imagináis que hubiesen hecho lo mismo en las bases aéreas españolas? . Ahora tendríamos un museo de envidia.
Esta anécdota así me la contaron y creo que merece no ser olvidada .
SALUD