Por Jesús Cardín - Lun, 27 Feb 2012 10:34
- Lun, 27 Feb 2012 10:34
#1123260
Cuando aprendí a volar, pasando por un efímero Sancho, el velero "Palanca" (prototipo del Némesis), un Coyote como el que monta "Epitah" y el primer Delfín, pues el equipo formado por mi padre y yo tuvimos que plantearnos con qué seguir.
En mi club de entonces, el desaparecido Club de Aeromodelismo Sevilla Este, y en el que todos teníamos un nivel de vuelo similar y más o menos la misma experiencia, se abrieron 2 rutas: unos optaron por el QB-25L de Pilot, mientras otros nos fuimos por el Omega.
¿Resultado?, los compañeros que optaron por el excelente -que lo es- QB-25 de Pilot se "estancaron"; creyeron que estaban aprendiendo a volar aviones de ala baja cuando, realmente, las bondades del modelo les ocultaba la realidad y la frustación fue total -muchos hasta dejaron el hobby- cuando quisieron afrontar algo avanzado más adelante.
Los que optamos por el Omega, nos encontramos con una fiera corrupia, que te mordía a la que te despitabas y con la que tenías que pagar cualquier fallo que cometieses. Recuerdo como a mi, en particular, mi Omega de alas de foam me metía el ala derecha al recoger para aterrizar y como al querer compensar con alerones se agravaba aún más lo que, junto con los libros de pilotaje real me enseñó que en esas condiciones se corrige con dirección, no con alerones.
Lo cierto es que el Omega era un avión que exigía a sus pilotos, pero recordemos que era un entrenador previo a meterse en el F3A de aquella época (Curares, Magics y luego Merlines) y que, incluso en alguna fórmula de iniciación, se utilizó como avión competitivo.
Lo cierto es que, motorizado por un 40 (yo lo volaba con el OS 40FSR ABC) era un misil teledirigido, aunque preciso en el vuelo y maniobrero. El único cuidado había que tenerle en la aproximación y el aterrizaje, donde convenía venir de lejos en una senda lo más suave posible y recoger ya sobre la pista, corrigiendo cualquier desvío con dirección y nunca con alerones, ya que con ellos solo frenarías más el ala que ya está cayendo en pérdida, que era lo que me pasaba a mi.
Con el .40 y el depósito de serie -que entonces era el único que cabía en la cabina- tenías para 7 minutos (mi padre actuaba de copiloto/crono) y te tirabas para abajo como hpy hacen las turbinas o no tenías para un segundo circuito, ......¡pero que 7 minutos!.
En fin, que en la era de metrosexuales y gentes "fisnas", pues como que este avión está bastante desfasado y se vería tan peligroso como los Renault 5 Turbo, pero si eres de los que pasan de convencionalismos y quieres aprender de verdad, despréndete de complejos, échale un par y móntate un Omega, que es una máquina de separa a hombres de chiquillos.
Un saludo,
Jesús Cardín
Para empezar, no deberíamos "robarle" el hilo al compañero Osborne desviando el tema de la construcción de su clásico pero, amigo, en España debe haber poca gente con más experiencia que yo en Delfines (tuve 2 y volé 6 u 8 ), Omegas (tuve 3, que duraron cientos de vuelos ) y Tucanos (tuve 2, que sufrieron tristes finales).bonet escribió:Hay aviones mas críticos o difíciles que otros, aparte de que estén bien construidos, ligeros, un buen nivelado, un CG adecuado al piloto.
Una vez en vuelo, las incidencias, el trimado, la cantidad de mando, puede requerir unos cuantos vuelos el ajuste final. Entonces se nota mucho la experiencia y lo bueno que es el piloto.
Pero aparte de que el Omega sea un buen kit, también me gustaría saber si realmente es un buen avión.
Un saludo.
Cuando aprendí a volar, pasando por un efímero Sancho, el velero "Palanca" (prototipo del Némesis), un Coyote como el que monta "Epitah" y el primer Delfín, pues el equipo formado por mi padre y yo tuvimos que plantearnos con qué seguir.
En mi club de entonces, el desaparecido Club de Aeromodelismo Sevilla Este, y en el que todos teníamos un nivel de vuelo similar y más o menos la misma experiencia, se abrieron 2 rutas: unos optaron por el QB-25L de Pilot, mientras otros nos fuimos por el Omega.
¿Resultado?, los compañeros que optaron por el excelente -que lo es- QB-25 de Pilot se "estancaron"; creyeron que estaban aprendiendo a volar aviones de ala baja cuando, realmente, las bondades del modelo les ocultaba la realidad y la frustación fue total -muchos hasta dejaron el hobby- cuando quisieron afrontar algo avanzado más adelante.
Los que optamos por el Omega, nos encontramos con una fiera corrupia, que te mordía a la que te despitabas y con la que tenías que pagar cualquier fallo que cometieses. Recuerdo como a mi, en particular, mi Omega de alas de foam me metía el ala derecha al recoger para aterrizar y como al querer compensar con alerones se agravaba aún más lo que, junto con los libros de pilotaje real me enseñó que en esas condiciones se corrige con dirección, no con alerones.
Lo cierto es que el Omega era un avión que exigía a sus pilotos, pero recordemos que era un entrenador previo a meterse en el F3A de aquella época (Curares, Magics y luego Merlines) y que, incluso en alguna fórmula de iniciación, se utilizó como avión competitivo.
Lo cierto es que, motorizado por un 40 (yo lo volaba con el OS 40FSR ABC) era un misil teledirigido, aunque preciso en el vuelo y maniobrero. El único cuidado había que tenerle en la aproximación y el aterrizaje, donde convenía venir de lejos en una senda lo más suave posible y recoger ya sobre la pista, corrigiendo cualquier desvío con dirección y nunca con alerones, ya que con ellos solo frenarías más el ala que ya está cayendo en pérdida, que era lo que me pasaba a mi.
Con el .40 y el depósito de serie -que entonces era el único que cabía en la cabina- tenías para 7 minutos (mi padre actuaba de copiloto/crono) y te tirabas para abajo como hpy hacen las turbinas o no tenías para un segundo circuito, ......¡pero que 7 minutos!.
En fin, que en la era de metrosexuales y gentes "fisnas", pues como que este avión está bastante desfasado y se vería tan peligroso como los Renault 5 Turbo, pero si eres de los que pasan de convencionalismos y quieres aprender de verdad, despréndete de complejos, échale un par y móntate un Omega, que es una máquina de separa a hombres de chiquillos.
Un saludo,
Jesús Cardín